El profesorado realizará una lectura del artículo “La ética del cuidado” de Bernardo Toro y hará una valoración personal en el blog.
Pincha en el siguiente enlace para acceder al artículo:
(https://drive.google.com/file/d/14ZTGGdHioRNyRHPn_ufmlaX3FPfzap_P/view?usp=sharing)
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ResponderEliminarMe parece interesante como el autor del articulo enfatiza sobre la importancia de nuestra labor como educadores a la hora de promover un cambio de paradigma en nuestra sociedad actual, centrado sobre todo en la idea principal del cuidado (referido a cualquier ámbito de la vida) como herramienta fundamental para el desarrollo del bien común.
EliminarEn esta lectura se hace ver cómo la sociedad ha ido cambiando y los roles de sexo tan marcados según la época. Pero más adelante se hace ver cómo se llega a otras necesidades más allá de esto como la migración por diversos motivos.
ResponderEliminarPersonalmente veo que en nuestro día a día no somos conscientes, o no queremos serlo, de que todo esto nos concierne por muy lejos que se encuentre dicha necesidad y que en un futuro nos puede afectar. En el "primer mundo" la solidaridad no abunda, cada cuál a su vida, etc. Cuando somos los que más formación y posibilidades tenemos para crear el cambio.
Véase el covid por ejemplo. Una pena.
La lectura nos lleva a la reflexión sobre el concepto cuidado entendido desde tres perspectivas: el cuidado de uno mismo, el cuidado del otro y el cuidado del entorno. Desde mi punto de vista todas ellas parten del respeto, si individualmente nos cuidamos entendemos que el cuidado del otro es necesario y justo; esta idea conlleva la percepción de que el entorno se relaciona directamente con nuestro cuidado y a la vez con el cuidado del resto, sin importar las diferencias sean de la índole que sean.
ResponderEliminarSin embargo, en la época que estamos viviendo somos conscientes de que el individualismo ha hecho mella en nuestra forma de vivir, de entender la vida en comunidad. Es la educación el camino al cambio.
Vivimos en una sociedad repleta de problemas sociales de gran envergadura, como el actual machismo o los problemas con el medio ambiente, que nos afecta de lleno.
EliminarPara intentar solucionarlos, tenemos diferentes vías. Todas ellas basadas en el diálogo como arma resolutiva. Además, debemos de hacer un buen uso de nuestra ética, por la cual, actuaremos de forma correcta ante las adversidades que se nos presenten.
Toda sociedad quiere avanzar, progresar hacia algo mejor. Así que debemos de cuidar a los que nos rodean, al medio, y sobre todo a nosotros mismo. En definitiva, cuidarnos puede ser sinónimo de tener salud.
Por fortuna, nosotros los maestros somos los grandes portadores de salud. Esto forma parte del mejor patrimonio inmaterial de toda sociedad. con nuestra acción vamos a redirigir acciones, cambiando pensamientos e introduciendo buenos valores.
A través de la propia conciencia, una sociedad puede auto comprometerse para ser libre. Y cuando hablamos de ser libres, nos referimos a pensar, decidir y llevar a cabo acciones éticas, que les permitan mejorar y abordar los aspectos negativos de forma eficaz.
Con nuestra profesión vamos a garantizar que los alumnos/as aprendan. No solamente fórmulas, gestos técnicos o idiomas. Que aprendan a convivir, a sentir, a compartir, a dialogar, etc. Todo ello enfocado al progreso, al avance personal, pero sobre todo social.
Desde mi punto de vista, hemos avanzado en infraestructuras o tecnologías a la vez que olvidamos las verdaderas bases para que una sociedad funcione. Por lo que tenemos mucho trabajo por delante.
Comentario de Laura Muñoz
El autor nos invita a tomar conciencia de la gran responsabilidad que tenemos como educadores, este es el reto número uno de nuestra profesión.
EliminarEn nuestra formación, siempre hubo ventanas para nuevas formas de enseñanza, nuevos métodos y revisiones pedagógicas, pero esta transformación es más profunda, es generar en toda la sociedad iniciativas e ideales que la redirijan, a un nuevo orden más solidario y más igualitario.
La educación, cada sistema educativo (habla de Latinoamérica pero podría ser España perfectamente), y por extensión, los educadores tienen en su mano hacer ver a la sociedad sus propias necesidades, y crear los medios para responder a ellas.
JUAN MIGUEL PRIETO
Tras la lectura de este artículo puedo comentar lo siguiente:
EliminarEl secreto más revelador y poderoso de las personas que nos dedicamos a enseñar, no es sino otro, que el de crear estilos educativos bajo el paradigma más humanizado posible en el que alumnado aprenda con la mejor calidad en el tiempo que dispone para ello y por supuesto con los recursos que se pongan a su servicio .Es en este sentido, que no me cabe la menor duda, que el instrumento más potente somos nosotros para empujar con fuerza y seguir administrando valores potencialmente valiosos para la sociedad.
Debemos los docentes, comprometernos a generar acciones que contribuyan a sentirnos y a cuidarnos, para ello es prioritario que tomemos acuerdos comunes de mayor bienestar entre nosotros/as en un planeta igualitario y común, fomentando la equidad entre los/as que lo habitamos; fundamentalmente es así mismo, de vital importancia “construir una nueva manera de relacionarlos, de existir y de coexistir” como nos dice el autor de este artículo ( idea en la que estoy totalmente de acuerdo).Comprometernos a asumir como docentes las responsabilidad de ser capaces de ir formando personas que se cuiden las unas a las otras, o lo que es lo mismo, aprender a generar en nuestro alumnado salud emocional, cognitiva y social . Hablemos de cuidarnos entre los sexos para desafiar a lo que en el pasado y a lo largo de toda la historia se ha instalado regenerando los daños pasados en otras generaciones. Para mirar hacia el futuro y crear alumnos/as aceptados tal y como son, tenemos que avanzar en el tiempo e implementar cambios en nuestra metodología donde el alumno/a se beneficie para ser libres y felices bajo valores repletos de equidad no solamente entre sexos sino también entre cualquier aspecto que pueda ser causa de distinción o diferencia humana.
Nuestra reinvención de metodologías nos trazará la línea directa a la transformación de nuestro alumnado convirtiéndose en personas comprometidas desarrollando en ellas un orden mental que les permita obtener y ofrecer la mayor ayuda en su camino vital.
Con todo lo anterior, no podemos aceptar la exclusión. Necesitamos crear una escuela que logre acoger todas las posibilidades que el ser humano ofrece, y es de esta manera, que tengo que concluir diciendo que seguir avanzando, para que así sea, es una manera positiva de continuar en pos de contribuir a una buena educación.
Comentario de Esther Tévar
"Opino que cada vez tendemos a una sociedad más individualista, dónde se realza el cuidado de uno mismo frente al cuidado de los demás, y considero que ambas cosas van unidas de la mano. Como bien dice el texto "la ética no es un discurso, es una manera de actuar" si todos actuamos con esa ética hacia el medio que nos rodea y contagiamos a los demás podemos hacer grandes cosas. No me considero precisamente lider en ningún tipo de cambio, ni abogo por patrocinar a gran escala ningún movimiento, pero sí que pienso mucho en lo que yo llamo" la responsabilidad en mi metro cuadrado" ¿qué puedo hacer yo en mi metro cuadrado par mejorar el mundo?, puedo reciclar, puedo ahorrar agua, puedo ir en transporte público, puedo recoger mis desperdicios si salgo a la montaña...y además ¿puedo contagiar para que los demás lo hagan?. Si cada uno de nosotros somos responsables de nuestro metro cuadrado, podemos realmente, juntos, alcanzar grandes cosas."
ResponderEliminarComentario de Cristina Cuevas
A través de la lectura podemos comprender la importancia del autocuidado, el cuidado de los demás y del entorno. No obstante y dada la época en la que vivimos de sobrecarga laboral, estrés, aislamiento generado por la interconexión dada por las rrss que nos hacen alejarnos cada vez más, por el individualismo y todos los aspectos negativos de nuestra época, muchas veces nos olvidamos de la importancia de cuidar.
ResponderEliminarNecesitamos un cambio drástico de mentalidad, una mayor empatía y una educación que apueste por todos y cada uno de nosotros y que le otorgue la importancia que se precisa al cuidado personal y social.
Comentario de Auxiliadora Rebollo
Cambiar el paradigma del poder que impera en la sociedad a un paradigma del cuidado es una tarea que nos concierne a todos. Como dice el artículo podremos cambiar del poder al altruismo, centrándonos en el cuidado de uno mismo aprendiendo a tener confianza, autestima y autorregulación; el cuidado de los demás, mejorado la sociedad que nos rodea; y cuidando el planeta y nuestros bienes públicos. No somos conscientes que desde la escuela tenemos el poder de guiar de alguna forma las actuaciones futuras, pero es difícil llegar al cambio, ya que hoy en día, vivimos en el individualismo y en las necesidades de cada uno. Si pudiéramos conseguir este cambio en el cuidado creceríamos personalmente y como sociedad.
ResponderEliminarArtículo bastante interesante, desde el punto de vista del cambio del pensamiento humano a través de la escuela pública. Vivimos en la sociedad del individualismo, donde, por ejemplo, una persona tira comida y otra busca comida para sobrevivir. Una sociedad avanza cuando es altruista y solidaria, y se dignifica al ser humano facilitando las herramientas básicas y necesarias para poder partir desde el mismo lugar. Pero para ello hay que cambiar el modo en el que la escuela está planteada hoy día, puesto que la visión es fantástica pero la existencia de barreras, que el sistema impone a la escuela y al ritmo que debe darse, son altas. El modelo de escuela que tenemos en mente y el que establece la legislación, incluye el trabajo de la educación transversal en valores, pero no con la importancia que requiere y que el mundo necesita. Por eso como mencionaba, hay que cambiar el modelo para cambiar la escuela.
ResponderEliminarEl autor nos habla sobre el paradigma ético de una nueva civilización, es decir, el cuidado ético como una nueva forma de ver el mundo en un momento de cambio climático o calentamiento global, en el momento en que el agua se está agotando porque la mayoría de ella está muy contaminada y porque la población está creciendo mucho y hay poca disponibilidad de ella. Por tanto, el autor nos pregunta, ¿qué hay que hacer?
EliminarA partir de aquí, el cuidado se presenta como la nueva forma de ver el mundo: cómo cuidar de sí mismo, de los demás, de los que no conocemos, de la economía, del planeta, de las transacciones, etc, emergiendo una nueva forma de ver la realidad y solucionar problemas antiguos para la plenitud del planeta.
Aquí entramos en juego nosotros, los docentes. Debemos promulgar a través de un infinito abanico de metodologías las diferentes posibilidades reales para dar solución a todo lo anterior mencionado. Debemos crear un alumnado competente en todos los aspectos de su vida y de su entorno, que sea consciente consigo y con los demás. Ellos son la base de nuestra futura sociedad, y por tanto, la solución a todos los problemas antiguos. Nosotros debemos concienciarnos, con la colaboración de las familias, a este cambio que es beneficioso para todos. Tenemos que poner nuestro granito de arena para crear una sociedad autónoma y autorresponsable.
Comentario de Javier Antonio Py
En la actualidad, el ritmo de vida que llevamos tanto personal como profesionalmente es frenético. Nos dejamos llevar por la rutina, por las obligaciones y por las prisas y tendemos a olvidar los aspectos realmente importantes. Esto, indudablemente, se refleja en nuestra labor como educadores. La burocracia, en gran medida, nos absorbe alejándonos de aquello por lo que un día decidimos ser educadores.
EliminarArtículos como este son necesarios para parar y volver a poner el foco en los aspectos esenciales de la educación. Ya que tenemos la suerte de poder ayudar a nuestro alumnado a ser mejores en un futuro, a respetarse y respetar a los demás, ¡vamos a aprovecharla!
Comentario de Esther Blanco
“La sociedad actual cambia a pasos agigantados, siempre lo ha hecho. El ansia de riqueza, poder, etc.; son algunos de los anhelos de las juventudes de hoy en día. Nos movemos en una sociedad individualista donde la importancia parece residir en el propio estatus, trabajo, followers que tenemos en redes sociales o nivel adquisitivo. Todo ello sin pensar en la forma en que haya que conseguirlo o preocupándome de todo lo que me rodea. El egocentrismo mueve el mundo. “Estando yo bien, no me importa el resto”. Como si de la selección natural y lucha de la supervivencia de las especies de Darwin se tratase.
ResponderEliminarPero, ¿es más “rico/a” quien más tiene/acapara? Como docentes, tenemos en nuestras manos la posibilidad de cambiar el futuro. ¿Y si la riqueza comenzase preocupándonos de otras realidades y de los demás? La empatía, el entendimiento, el diálogo y el cuidar de los demás; sea quizás la mejor forma de enseñar. Conocer todo cuanto nos rodea y a otros/as es la mejor forma indirectamente de cuidar de nosotros mismos tanto a nivel mental como físico. “Put yourself on my shoes”- que dicen los ingleses. Seamos considerados con los demás poniéndonos en su lugar para comprender su realidad.
Para poder cambiar la forma de pensar, debemos aprender a escuchar para así comprender, dialogar, y empatizar
Comentario de Rafael Ruiz
Comentario Daniel Bermúdez
ResponderEliminarBernardo Toro aborda diferentes aspectos relacionados con la educación desde la perspectiva de la puesta en práctica del concepto del paradigma del cuidado. Con la idea de dar solución a los retos del futuro con políticas sostenidas en un planteamiento de colaboración entre comunidades con el eje vertebrador del cuidado de nosotros mismos y del entorno.
Así, entra a comentar algunos conceptos sobre la profesión docente y de cómo deberíamos actuar en su modelo de escuela, de cara a poder llevar a cabo su planteamiento.
Sin duda, parece complicado estar en desacuerdo sobre algunas cuestiones que defiende de forma tajante. Me refiero por ejemplo a cuando afirma que los maestros son los mayores aportadores de salud, dónde se sitúa a los maestros como los encargados de llevar a cabo una tarea, que si bien puede iniciarse en los centros educativos, pienso que es tarea de las familias.
Ligado a lo anterior reflexiona sobre la necesidad de invertir en salud, no solo en medicina, sino en el cuidado y la prevención a través de una buena formación en hábitos de vida saludables. Una vez más es casi imposible no estar de acuerdo con Bernardo, sin embargo vuelve a poner la responsabilidad de llevar a cabo esta tarea en el sistema educativo.
El público al que parece que va dirigido algunas de las manifestaciones parece que ser que es un público que quizás aún se sitúa algunos pasos por detrás de la forma de dar clase en nuestro país. Esto lo comento, porque anima a “bailar, gritar, ver cine, etc” y lo saca de lo que podemos entender como dar clase. Sin embargo, podemos decir que desde hace ya bastante, nuestro profesorado baila, canta, dramatiza, expone, investiga, salta, se disfraza… para dar clase. Y todo esto lo hacemos para como dice el mismo Bernardo Toro, garantizarnos que nuestro alumnado aprenda. Por lo tanto creo que ya hemos conseguido ese propósito del que nos habla.
Sí que hay un apartado del artículo, que entiendo que también está situado en un contexto particular de América Latina. Me refiero a cuando hace responsable al profesorado del fracaso del alumnado. Hace algunas preguntas que, una vez más, solo tienen una respuesta, quizás parecen unas preguntas algo “tramposillas”. Concretamente cuando dice, “¿Quién de ustedes le encomienda la casa a un ingeniero que se le cae el treinta por ciento de las casas? ¿Por qué le tenemos que entregar la educación a profesores que hacen fracasar a los niños?”
¿Entregamos a nuestros hijos e hijas a profesores que los hacen fracasar? Creo que no lo hacemos, al menos en España. ¿Podemos mejorar nuestra práctica educativa? Sin duda. Pero de ahí a que tras leer el artículo creamos que entregamos a nuestros hijos e hijas a malos profesores hay bastante distancia. Seguramente Bernardo quiera referirse al sistema educativo, y no al profesorado.
Estoy totalmente de acuerdo en el planteamiento de “La ética del cuidado”. Creo firmemente en que es necesario que ese concepto cale en la sociedad y en todos los estamentos que la componen. Y aquí encontrará un colaborador.
Sin embargo, abogo más por los discursos en los que se nombre a todos los actores, como yo suelo decir, de la “A a la Z”. Con esto me refiero a que cuando se nos encargue una responsabilidad, o la mitad de ella, o un trocito… si ésta es para mejorar el mundo, si es para mejorar a la sociedad, también se nombre con quien la compartimos. Familia, médicos, políticos, deportistas, artistas… De no ser así, cualquier lector de este artículo que no sea docente (me siento docente), puede llegar a la conclusión que somos los maestros y maestras los únicos responsables de educar en salud, del fracaso escolar, de la humanización o deshumanización de la sociedad, etc.
En conclusión, como bien dice Bernardo Toro, “cuidemos, cuidemos de todo, cuidemos de nosotros y de nosotras, cuidémonos entre todos”. Pero también, si somos tan importantes, cuidemos de los docentes.
El texto de Bernardo Toro aboga, no solo, por un cambio en el paradigma educativo, si no, desde la educación, por una nueva manera de enfrentarse a la realidad.
EliminarYa que esta nos está demostrando que el modelo imperante en el que nos movemos no solo no es justo para la gran mayoría, sino que, ni siquiera es sostenible, no ya solo para la mayoría, también para el resto.
Pues de una manera u otra, más tarde o más temprano, los beneficiados de esta manera de relacionarnos y entender el desarrollo terminarán, como el resto, por sufrir la extinción de la especie humana.
Toro, piensa que los educadores tenemos el poder de cambiar la realidad ya que tenemos la oportunidad de mostrar a las nuevas generaciones una educación diferente y esta conseguirá que el nuevo paradigma para enfrentarse al mundo sustituya al antiguo.
Este cambio en la educación debe venir desde el cuidado, en sus tres vertientes, el cuidado de uno mismo, el cuidado del otro y el cuidado del medio.
Toro piensa que sin este cambio estamos en el camino directo a la extinción como especie.
El cambio hacia el paradigma del cuidado debe venir después de entender que la educación no puede ser entendida como un ejercicio en el que se puede dejar a algunos por el camino, si no que la educación debe ser el camino para que nadie se quede fuera.
Comentario de Luis Marín
Para empezar mi comentario sobre esta lectura tan importante, destaco estas frases del texto:
EliminarLa profesión del educador es una sola, por lo cual es irremplazable
en una sociedad: es la persona que debe garantizar que cada generación de
niños y jóvenes aprenda lo que tenga que aprender, en el momento en que lo ten-
ga que aprender y que lo aprenda en felicidad.
Me parecen unas palabras que conllevan mucho significado, y pongo en mayúsculas MOMENTO Y APRENDA EN FELICIDAD.
Pone en valor la importancia que nuestro hacer tiene para con el mundo, la sociedad, la especie-....
Pero hemos de replantear el modelo, porque está en nuestras manos contribuir a cambiar el paradigma que impera : "Acumulacion, poder y exito" por otro . Modificar nuestra forma de entender nuestra profesión, cambiar la educación heterónoma y yo la entiendo como mero transmisor de contenidos y conocimiento sin fomentar y dar herramientas a los niños y niñas para que sean capaces de crecer de forma equilibrada, regulando emociones desde la infancia, desarrollando la empatia, el cuidado de los demás...
También pienso que al profesorado le falta una formación en este sentido porque la autorregulación y el desarrollo emocional, no ha sido trabajado, visualizado en nuestros sistemas educativos, ni siquiera en las familias. e incluso , muchos docentes aún creen que este aspecto del ser humano no es significativo en cuanto a la capacidad de desarrollar todas las competencias. Y la primera es la competencia para ser un buen humano.
Hasta que no cambiemos nosotros mismos como docentes, nos pongamos esas gafas para ver que no solo nuestra función es atiborrar a libros , contenidos, exámenes, calificaciones....etctc, la escuela tendría que tener un fin mucho mayor. " Dar energia a la sociedad" Es decir, motivar a su alumnado, hacerlo parte del proceso, desarrollar, entender sus emociones, su forma de entender la realidad que les rodeas, conocerlos, cuidarlos.....
Porque como bien dice Del Toro, " SI NO CUIDAMOS, NO SOMOS VIABLES COMO ESPECIE".
Comentario de Cristina Peguero
Bernardo Toro nos advierte de una gran contradicción : estamos viviendo el momento de mayor posibilidad de comunicación y a la vez el peor momento para la vida . Tenemos la oportunidad de pasar a un nivel superior de humanidad y a la vez el riesgo de desaparecer como especie.
ResponderEliminarPero me interesa sobre todo lo que el texto nos dice a los profesionales de la educación. Nos dice que nuestra profesión no es la docencia sino asegurarnos de que los niños y niñas aprendan. Nos dice que un país es serio cuando no culpa al alumnado del fracaso, que sí el alumnado no aprende hay que cambiar la metodología. Eso es cuidar la institución educativa.
Y sobre todo hay una frase que me ha impresionado porque refleja un sentimiento que tengo muchas veces pero que no era capaz de darle forma: Hay que cambiar la cultura depredadora de la escuela. Y es verdad, a pesar de los discursos y las normativas que van en otra dirección nuestra profesión tiene una serie de paradigmas que nos hacen tener una mirada selectiva del alumnado que se convierte en el mejor de los casos en invisibilización del diferente y en su peor visión en su desaparición, con las expulsiones del sistema.
El paradigma del cuidado nos dice todo lo contrario: nuestro papel debe ser cómo el de los profesionales sanitarios el de mantener con vida y saludables al mayor número de la población. En nuestro caso educativamente hablando y de la población escolar. Desde ahí sería mucho más fácil uno de nuestros mayores retos profesionales: el tratamiento de la diversidad. Por ejemplo.
Comentario de Paco Barea
En esta lectura de Bernardo Toro, "La ética del cuidado", ya el título nos hace pensar y despierta nuestra curiosidad.
ResponderEliminarSe nos hace una reflexión muy importante sobre el CAMBIO DEL PARADIGMA,las gafas con las que vemos el mundo y todo lo que nos rodea. Cómo debemos aprender a cuidarnos o pereceremos. Cómo debemos saber cuidar: reducir, reciclar y reusar. Si no nos cuidamos no somos viables como especie.
Queremos una SOCIEDAD que avance hacia algo mejor y para ello debemos cuidar al medio, a los que nos rodean y a nosotros mismos. En definitiva cuidarnos significa tener SALUD.
Afortunadamente los maestros somos los grandes portadores de salud y tenemos en nuestras manos el Tesoro más preciado de la sociedad como son nuestros niños y niñas. Debemos garantizar el cambio de paradigma para y por ELLOS. La EDUCACIÓN debe ser el camino para todas y cada una de las Personas, donde nadie quede excluido.
En fin, maravilloso artículo de reflexión.
Cuando escuché por primera vez a Bernardo Toro explicando su paradigma del cuidado, hace unos años, encontré un lugar común que fortaleció y dio sentido al trabajo que estábamos realizando en esta escuela con nuestros proyectos de ApS.
ResponderEliminarLas propuestas de cuidado y compromisos de los ámbitos en los que hemos desarrollado nuestros proyectos generan y favorecen una forma determinada de actuar, una forma ética de relacionarnos con el mundo.
Otro elemento importante a tener en cuenta y al que me lleva la lectura de este artículo, es la importancia de “hacer conscientes de…” a nuestros alumnos y alumnas de los procesos y del trabajo que llevamos a cabo.
El comprometernos para mejorar lo que nos rodea lleva también a una forma ética de relacionarnos con nuestro entorno y también es muy posible que nos ayude a esa regulación de la que habla Bernardo Toro y de esa manera, actuar libremente. Si estoy acostumbrada a sentirme parte de lo que me rodea y soy consciente de que siempre podemos hacer algo para mejorarlo, el compromiso será algo habitual en mi forma de actuar.
El trabajo del cuidado ha sido también un aspecto que hemos debatido a lo largo de estos años y nos hemos planteado como trabajo fundamental de coeducación. Hemos visto la necesidad de trabajar ese cuidado con nuestro alumnado (niño) especialmente. El poner en valor las actitudes de cuidado de algunos niños que a veces se vuelven invisibles para el resto de los compañeros (niños), porque son considerados muy femeninos.
Como maestra soy consciente de mi compromiso y del compromiso de la Escuela que no debe ser otro de educar a personas que sean capaces de cambiar el mundo y de hacer de éste un espacio justo y mejor.
Comentario de Gloria Palomo.
Maravilla de artículo,para empezar.
ResponderEliminarMe identifico completamente con cada una de las ideas que en él se reflejan y es que si siempre fue una vocación para mí dedicarme al mundo de la educación,cada día me siento más afortunada a la vez que responsable del papel que tenemos y el espejo que somos cada día.Sin duda alguna,una palabra tan común como es el CUIDADO envuelve y ofrece la posibilidad de cambiar el mundo.Es simple y complejo a la vez porque,como educadores,no nos dan las herramientas necesarias para usar esas gafas que nos hagan ver el verdadero piso de abajo de la escuela del que también nos habla M°Carmen Díez Navarro en su libro y que tanto me impactó tras su lectura.Si somos capaces de estar en ese paradigma con nuestro alumnado,estaremos en una continua transformación personal que favorecerá el desarrollo humano de nuestros niños y niñas.El conocimiento entendido como la adquisición de conceptos,está en google.Los niños/as saben acceder a él casi mejor que nosotros en muchos casos.Basta con hablar con Siri,Alexa o con Ok Google,pero sentirse cuidado,valorado,libre de expresar ideas o argumentar,amado...eso sólo puede darlo otra persona y nosotros/as pasamos muchas horas con ellos y marcamos muchas etapas de sus vidas.
Si somos capaces de poner un gran corazón y unas gafas con las que nos cuidemos y los cuidemos,estaremos sembrando una semilla que no dejará de florecer y que estará deseosa de seguir cuidando a otras semillas y contagiando ese cuidarse y cuidar a los demás.
Somos muy importantes para nuestro alumnado y familias,compañeros/as y no precisamente por enseñar matemáticas o lengua...
La ética del cuidado y esa sensación constante de tratar bien a los demás.
ResponderEliminarDesde hace un tiempo siempre observo la escuela y las clases como micro-universos que fluctúan y reflejan la realidad exterior. Casi siempre vemos como castigamos/mencionamos todo lo que nos parece mal, aunque estamos desentrenados en felicitar y agradecer todo lo que, por el contrario, nos resulta positivo para nuestros niños y niñas.
A menudo vemos quejas y reproches por parte de los padres y madres que sigue creciendo. Es un problema evidente y palpable. Se confía poco y se exige mucho. Este modo de operar entre los elementos que forman una escuela, no es más que un fiel reflejo de cómo funcionamos como sociedad.
Decía Einstein que si quieres resultados distintos no hagas siempre lo mismo.
Tenemos como docentes una responsabilidad urgente en dejar de reproducir modelos obsoletos, controlando el pendulazo social y nunca olvidando que ante todo somos personas profesionales que hacen del magisterio su profesión. Una profesión repleta de cosas buenas pero que se enturbia, desgraciadamente, con un positivismo rancio en determinadas ocasiones.
Somos docentes. Personas que crean una escuela y, en consecuencia, un mundo real. Bonito, cercano, cariñoso pero real. Así que dediquémonos a infundir respeto y amor por cada rincón de este mundo, defendiendo nuestras ideas y pensamientos, siempre dejando espacio al debate sano y a hacer de la humanidad, un lugar para quedarse.
Cuidarnos como método de vida.
Cuidarnos como religión.
Jose Domingo Correas.
Buenos días,
ResponderEliminarTeniendo en cuenta la situación que estamos viviendo me parece muy acertado (y necesario) el hecho de cuestionarnos nuestro quehacer diario. Hay funciones que son inherentes al ser docente que, debido a las exigencias de la sociedad actual, a las precipitadas demandas y al ritmo vertiginoso en el que todo se desarrolla, hace que poco a poco se vayan diluyendo.
Por ello, quizás sea necesario volver a ser conscientes a las direcciones de nuestras miradas, los valores, los principios, la justicia, etc. que guían nuestra labor. ¿Llevamos a cabo una práctica educativa basada en el cuidado, en la empatía, en el amor y en la delicadeza respetando los ritmos y características de quienes nos rodean? ¿Las respetamos de nosotros/as mismos/as?.
Quizás sea el momento de rescatar el por qué y para qué trabajamos, recuperar el sentido diario, el cuidado y, entre otros, el significado y la importancia tanto de lo que enseñamos como de lo que aprendemos. ¿Qué tipo de personas queremos en nuestra sociedad, en nuestro colegio, en nuestro barrio?
Es posible que este reubicarnos nos lleve a un conflicto entre lo establecido como rutina y una actitud más reflexiva y crítica ante el proceso de enseñanza y aprendizaje del que somos partícipes. Parece que ha llegado, y para quedarse, la pedagogía del amor, de los sentimientos, del cuidado, de la autonomía haciéndose eco de las necesidades de nuestro alumnado, de nuestro profesorado. Una pedagogía de la humanización.
El artículo enfatiza la importancia de afrontar, en una sociedad globalizada como la nuestra, los desafíos desde un punto de vista centrado en la ética y el cuidado de lo que somos y la sociedad en que vivimos.
ResponderEliminarConquistar la libertad desde los valores de respeto, igualdad, empatía… Y no en un modelo donde prima, como más importante, por encima del propio ser humano, el tener, el poseer, aunque sea incluso destruyéndonos a nosotros mismos y al planeta que nos alberga.
Como docentes, tenemos la llave del cambio de paradigma, pues somos la clave para que el alumnado aprenda a pensar desde ese cuidado a sí mismo, a los demás y al entorno en el que vive. En definitiva, a ser más conscientes de nuestra sociedad y de la importancia de cuidarla.
Los docentes debemos representar y transmitir, con nuestro ejemplo, ese cambio de paradigma, cambio donde la libertad no resida en el tener a costa de todo, sino en ser mejores seres humanos, capaces de conquistar nuestra propia libertad asumiendo que no es necesario para ser feliz tener tanto como a veces pensamos, y que, al fin y al cabo, la felicidad no reside en tener el móvil último modelo o el coche más potente y la casa más grande, sino en compartir con los demás y tener la suerte de vivir en una sociedad solidaria donde la persona sea el eje vertebrador, el valor más importante.
Comentario de Miguel Carrasco.
En este artículo, Bernardo Toro nos hace reflexionar sobre el papel del educador en la sociedad actual. Por medio de conceptos como el cuidado, la inteligencia altruista y la garantía de aprendizaje entre otros, nos propone evolucionar hacia una sociedad más integradora y menos competitiva.
ResponderEliminarEl autor hace hincapié en que la finalidad de la profesión del educador es garantizar que todos los alumnos aprendan, en el tiempo otorgado para ello, en felicidad y solidaridad, haciendo uso de tantas estrategias como sean necesarias (por ejemplo, la docencia). La educación ha de ser incluyente y habremos de poner todo nuestro empeño "cuidando" de la institución educativa, es decir, garantizando el aprendizaje de todos los alumnos. Hemos de lograr que haya un único tipo de educación, nada de dos calidades de la misma, y en la que todo el mundo pueda dar y pedir ayuda. De esta forma, se estará fomentando una inteligencia altruista en la que el alumno cuidará de sí mismo por medio de la autorregulación, el autoconocimiento y la autoestima, y de la sociedad y del planeta que le rodean.
Desde nuestra posición en el sistema educativo, tenemos el potencial para influir positivamente en el alumnado, propiciando que todos aprendan, cuiden de ellos mismos, de los demás y de su entorno. De este modo, estaremos contribuyendo a crear una futura sociedad más justa y solidaria.
Comentario de María Jesús Moreno
“Ninguna paradoja puede solucionarse con el paradigma que le ha dado origen, sino que hay que buscar algo superior”, con esta frase podría resumirse la importancia del cuidado para solventar todos los problemas que plantea el autor, quien hace alusión a que la solución es el cuidado. Como maestros y maestras esta palabra debe acompañarnos en nuestro ser y estar de cada día.
ResponderEliminarAdemás, Del Toro nos señala la importancia de que la aceptación tal y como somos, genera vínculos emocionales en los cuales nos sentimos seguros, por tanto, un clima en el que sentirse seguro, no existe el miedo al error, y esto es imprescindible en nuestras aulas.
También nos habla de la importancia de las metodologías, un aspecto clave ante la diversidad del alumnado y por tanto, la diversidad de formas de aprender, por lo que hemos de responder con diversas estrategias que den una respuesta acertada a nuestro alumnado.
Comentario de Mónica Izquierdo.
Después de hacer la lectura y recapacitar sobre lo leído, creo que es conveniente partir del concepto "cuidado" ya que debemos tener especial cuidado con y, por supuesto, para ello, tener en cuenta, las emociones personales, la educación, educando siempre en libertad, los valores éticos, morales, humanos,etc., y el respeto hacia todos y todas las personas y cosas.
ResponderEliminarEs importante desde el punto de vista de la docencia enseñar desde la importancia de valorar y respetar lo que tenemos que no es más que un mundo lleno de oportunidades que debemos saber valorar y aprovechar.
Concluyo diciendo que aportar todo lo que se tiene (experiencias, emociones, valores, educación, e incluso lo material, siempre y cuando no lo sobrevaloremos,etc.), tanto a adultos como a nuestros propios alumnos/as y poderlo compartir es muy gratificante y es por ello que no debemos pasar algo así.
Pili Torija Escribano.
Nos encontramos en una etapa de constante evolución y progreso que hacen que la sociedad actual avance a pasos agigantados. La entrada de la democracia, la escolarización total de la población, la globalización, las nuevas tecnologías de la información, etc. son factores que definen a la sociedad de hoy, a una sociedad sobreinformada e intercomunicada.
ResponderEliminarLa educación, desde la perspectiva de la enseñanza tradicional, que es la que se ha venido ofreciendo en las escuelas hasta el momento, deja de ser válida pues no responde a las necesidades actuales de la población. Surge entonces un nuevo reto en el ámbito educativo: la obligación del profesorado de actualizarse para adaptarse a las necesidades de las generaciones actuales y ofrecer una enseñanza adecuada a las exigencias de los nuevos tiempos.
Somos conscientes de estos cambios, pero ¿realmente estamos llevando a cabo un proceso de enseñanza-aprendizaje centrado en las necesidades reales de nuestro alumnado y nuestra sociedad?
Bernardo Toro nos habla de la ética del cuidado. Este autor afirma que “la ética no es un discurso, es una manera de actuar”. Del mismo modo, defiende la importancia de cuidarnos; cuidarnos en el sentido más amplio de la palabra, abarcando no sólo el ámbito de la salud física, sino también en lo emocional, a nosotros mismos, a los demás, a nuestro planeta y por ende, a nuestra sociedad. Para él “La cuestión es muy sencilla […] o aprendemos a cuidar o perecemos.”
Por consiguiente, el gran desafío de la educación, según Bernardo Toro, consiste en “encontrar métodos pedagógicos para generar autorregulación, autoconocimiento y autoestima”. Sólo así estaremos contribuyendo en construir una sociedad más fuerte.
Comentario de Pilar del Alcázar
Me parece muy interesante cómo el autor del artículo resalta la idea de lo importante que es valorarse y autorregularse a sí mismo para ser libre. Una sociedad que se valora y se autorregula será libre.
ResponderEliminarMuy acertada también la idea que el autor nos transmite a los educadores y educadoras y es que debemos saber buscar las estrategias necesarias para que nuestro alumnado aprenda, pero para que aprendan todos y no que resalten unos cuantos.
Debemos apostar por una Educación Incluyente y no Excluyente y si es necesario debemos variar las estrategias y la forma y la cantidad de motivación.
Y qué importante es tener adecuados vínculos emocionales y sociales. Sólo si los tenemos, seremos capaces de progresar en cualquier sociedad.
Comentario de Elena Prieto
Me parece muy interesante el valor que da al educador/a precisamente para cambiar los paradigmas que no dan respuestas a nuestras necesidades sociales. El educador/a como medio para promover el cuidado que él menciona acertadamente desde mi punto de vista.
ResponderEliminarLos maestros y maestras también debemos cambiar nuestros paradigmas para llegar a esa evolución o paradigma nuevo que nos permita ofrecer nuestra mejor versión.
Muchas gracias por este texto que nos hace reflexionar sobre nosotros mismos
Comentario de Esmeralda Delgado.
La importancia del cuidado implica no sólo cuidar a la persona en lo que necesita, sino también en aquellos momentos en los que no lo pide.
ResponderEliminarY llevo esta reflexión a nuestras aulas.
Nosotros, como maestras y maestros tenemos el poder de cuidar a nuestros niños y niñas y de esta propia conducta, se les quedará una semilla en el corazón que los hará libres para seguir cuidando a los demás a través del ejemplo,incluso cuando no se pide.
Ana Arteaga
LA EDUCACIÓN DEL CUIDADO
ResponderEliminarAgradar, ayudar, compartir, dar, amar, valorar… y numerosos gestos más que conforman la educación del cuidado; empezando por la esfera de lo micro, esto es, nuestro cuerpo, nuestra salud, pasando por el ámbito de lo social; ayudar al prójimo; tan relacionado con nuestra profesión de educadores, como llegando a nuestros conocidos más allegados y no tan allegados, llegando a traspasar fronteras. Sin olvidar el cuidado de lo macro, de los distintos hábitats, ríos, mares, capa de ozono… en definitiva cuidar del planeta.
Cuando llegué a este cole, hace escasamente 4 meses, poco sabía del Aprendizaje Servicio, lo poco que me incitaba a pensar su propio nombre: aprendiendo dando un servicio. Poco a poco he captado ciertos matices de esta forma de enseñar-aprender. Bernardo Toro, con su exposición, define el aprendizaje servicio en su mayor plenitud: aprender y enseñar a través del cuidado. Es aquí donde los educadores tenemos la “suerte” de ser promotores de un gran cambio tan necesario como inminente desde nuestras aulas, siendo modelo, esto es, promoviendo el cuidado, pero también y sobre todo, cuidando.
Como maestra de Infantil siempre me he cuestionado al comienzo de los tres añitos ¿qué tienen qué aprender estos niños/as? ¿Qué puedo aportarles yo? ¿Qué necesitan desde la escuela para desarrollarse armónicamente en mi aula, si tan sólo llevan tres añitos en el mundo? En este sentido, atendiendo a Mar Romera en su libro “La familia, la primera escuela de las emociones”, me pareció muy esclarecedor y responde plenamente a todos mis interrogantes el siguiente párrafo “Para que su desarrollo suceda como es debido, tenemos que escuchar más y hablar menos, admirar más y mirar menos, tocar más y dirigir menos, saborear cada minuto por el valor que tendrá en el futuro. La afectividad debe ser el único hilo conductor de toda situación educativa. Niños y niñas tienen que sentirse seguros y construir su conocimiento a partir de una autoimagen positiva. No aprenden lo que les enseñamos, nos aprenden a nosotros”. Y en ello me hallo.
MINERVA FRÍAS
Bernardo Toro nos plantea qué debido a la sobreexplotación de los recursos, nuestro planeta ha llegado a una situación límite, que se refleja en el cambio climático.
ResponderEliminarDebemos cambiar el modelo social actual, basado en la acumulación de riquezas, la búsqueda del éxito individual y el poder, de no hacerlo, la especie humana va camino de la extinción.
La solución, un nuevo modelo social y global, basado en la generosidad y la solidaridad, y sobre todo en una buena gestión de los recursos. Adoptar un nuevo paradigma: El cuidado. Cuidarnos y cuidar a los demás.
El autor destaca la importancia de la educación y nosotros desde la escuela, tenemos la posibilidad de generar este cambio.
Comentario de Belinda Gómez
El texto completo es un llamamiento a la salud individual y colectiva, al minimalismo material, al aprovechamiento de los recursos y a la valoración de lo que somos, tenemos y debemos mantener. A través del concepto del cuidado, Bernardo Toro invoca a la salud homeostática de la sociedad que vive en la abundancia de fraternidad y generosidad, lejos de los cánones que el capitalismo salvaje impone.
ResponderEliminarSi bien los pilares de pensamiento del autor deberían ser el germen de las sociedades presentes y futuras, su implantación a nivel macro sería irregular, pues la geopolítica y el capitalismo se encargarán de convertir siempre a la escuela en un mecanismo instrumental al servicio de los medios productivos y económicos del momento.
Quedémonos con la ilusión, aunque sea utópica, de impulsar y finalmente saborear una sociedad en abundante salud, con menos medicina.
Comentario de Sergio Díaz